Como ya sabéis los que nos seguís, todos los domingos de la última
semana de mes, nos toca salir con nuestras motos clásicas, y este domingo no
podía ser menos. Día excelente, el tiempo nos dio una tregua, y pudimos darnos
nuestra ansiada vuelta, por las rutas y pueblecitos maravillosos que nos
rodean. En este caso, la ruta era partir
desde la puerta de nuestra sede en Salobreña, dirección Lobres, Vélez de Benaudalla e ir subiendo hasta los Guajares,
concretamente atravesar Guájar Faragüit, llegar a Guájar Alto, donde hicimos un
picnic en la plaza del pueblo, rodeados de unos parajes estupendos, con el
monte “Espejo” delante nuestra.
Guájar Faragüit, Guájar Fondón y Guájar Alto fueron tres
municipios independientes hasta que, en 1973, se fusionaron en uno solo llamado
Los Guájares, recayendo la capitalidad municipal en el núcleo faragüilero.
Sus primeros pobladores fueron probablemente almohades que
vivían en alquerías. Con la Reconquista, el territorio de este municipio fue
repartido por los Reyes Católicos entre algunos de sus principales
lugartenientes, correspondiendo Guájar Faragüit a Luis de Portocarrero y Guájar
Fondón a Don Juan de Ulloa. Durante la llamada Guerra de las Alpujarras se
vivió uno de sus episodios más sangrientos, al remontar las tropas del Marqués
de Mondéjar el curso del río Toba con la orden de pasar a cuchillo a cuantos
moriscos encontraran a su paso.
Tras la expulsión de los moriscos y la posterior repoblación
del lugar con colonos de otras regiones principalmente de La Mancha y del
Reino de Jaén, las alquerías que hasta entonces ocupaban el valle quedaron
reducidas a los tres Guájares actuales, abandonado el antiguo poblado fortificado
existente en el pago conocido actualmente con el nombre de El Castillejo.
Más tarde, tras el aperitivo en la plaza del pueblo, salimos
hacia Guájar Fondón, donde subimos, (aunque más parecía escalar) hasta su plaza
principal, para comenzar el regreso a salobreña. Eso sí, pasando previamente
por nuestra tasca ya casi oficial, “el merendero la Tahiba” junto a Lobres,
donde tapeamos para regresar hasta nuestro pueblo. Casi un recorrido de 75Km
entre ida y vuelta en compañía estupenda y disfrutando de nuestras motos, y pueblos estupendos para visitar, qué
se puede pedir más…
Una ruta estupenda, lo pasamos genial. Qué fotos más chulas!!!!!
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