Esta entrada, es un pequeño homenaje a Juan, por su
dedicación y por ser un apasionado incondicional de las dos ruedas. Mecánico ya
retirado es el decano, el que ha enseñado a muchos de los actuales mecánicos
del pueblo. Aunque ya no ejerce y dice que prefiere pasar el tiempo con sus
nietos, cosa que es natural, sigue tirándole la pasión en cuanto ve un motor. Por
medio de un amigo común y como favor personal, se vio en la tesitura de tener que echarle un vistazo
a la BMW, que tras pasar por varias manipulaciones y tocamientos, la moto no
iba fina. Necesitaba de alguien que entendiera de estas motos, que no sólo son
complicadas por tener ya una cierta
edad, sino que además tienen tantos remiendos que tienes que ser muy fino para
dar con el problema. Esto no es un impedimento
para Juan, en cinco minutos prácticamente la desmontó, y le hizo un diagnóstico
propio de un cirujano. Le hace falta tal, el pistón cual, la válvula está pisada,
los cables x están quemados y hacen contacto, los frenos necesitan… y así un
montón de cosas, y yo que creía que conocía la mecánica de mi moto y su estado
general… Que ignorante, me dio una clase de humildad a la vez de sabiduría que
me quedé plantado. Tras unos días de permitirle que le meta mano a la niña de
mis ojos, le ha hecho un lifting, un filling etc., todo apunta que le ha quitado muchos años de
encima y que la ha convertido en una chavalilla. Con los ratos que he pasado con él, he aprendido
más de mecánica de motos, que con todos los manuales que me he leído, y es que cuando has
hecho de tu profesión tu pasión, se nota...
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