Este pasado domingo, en
un chiringuito de la playa de Motril, tuve la grata sorpresa de toparme con una
concentración de motos que un club, de la costa tropical, había organizado
junto con el club de Vespas de Granada. Había de todas las clases, edades y
colores. Esto hace una vez más que estas motos sigan aportando con su encanto, personalidad
y dentro de una estética muy personal, su gran granito de arena al mundo
motero. Estas veteranas motos, siguen manteniendo el estatus que ya el tiempo
se ha encargado de consolidar, y que además, todavía siguen sacando pecho…
Me tomé la libertad de
sacar algunas fotillos, para poder disfrutar una vez más de sus encantos…
me encantan!!! yo quiero una!
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